viernes, 6 de noviembre de 2009

Apuntes sobre mi B3-2 (cuarta parte). La mira 4x15

La mira que aparece en las fotos es una Hooken 4x15 que compré por diez dolarucos.
El tema es que el montaje inicial que use para Bushell era de aluminio, tan malo que le zafaban los tornillos y antes de comprar uno nuevo de buena calidad opte por experimentar con esta mirita barata. Honestamente debo decir que no le tenía muchas esperanzas y sentí que estaba tirando mi dinero a la basura.
Cuando la estudié en detalle me desalenté todavía más, no tenia clicks para calcular su altura y deriva, solo el tornillo y unas marcas bastante burdas. Mucho más no se le podía pedir. En cuanto a las lentes, era de esperar que no fuera luminosa, se veia medio azulado pero con claridad y el reticulo era aceptable.
Procedí a instalarla en el B3 y vaya sorpresa, ajustó de maravilla mordiendo firmemente la ranura.
Hice un primer tiro de prueba a unos diez metros y pegó justo donde había apuntado, luego giré los tornillos de ajuste de altura y deriva con poca esperanza de que funcionaran bien y me volvió a sorprender; corregían con precisión. Tiré cerca de cien tiros y todo continuaba en su lugar.
Volví al polígono varias veces a probar diferentes tipos balines, habré tirado cerca de quinientos tiros y la mirita ok.
No había más que decir ni hacer. Funciono bien y punto.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Apuntes sobre mi B3-2 (tercera parte).

Luego de haber tirado a 50m con una precisión envidiable, para un rifle de u$s47, me propuse continuar trabajando con el objeto de mejorarlo aun mas. Había que darle una forma y terminación decente a la culata.
Era momento de echar mano a de mi herramienta más sofisticada: la Victorinox Spartan.


Así, mientras veíamos televisión con mi esposa, este humilde artesano daba rienda suelta a su creatividad llenando de viruta el sillón y la alfombra.
Inspirado en la forma de mi mano, tallé lugar para que reposen los dedos cómodamente. La madera de haya tiene la dureza justa para ser trabajada con comodidad, no dejaba de sorprenderme con su textura y simple belleza. Escarbé hasta quedar conforme durante tres días. Pasaron un par de semanas para que recibiera el barniz.
El resultado, dentro de las limitaciones técnicas fue más que aceptable para mi gusto.